Los intérpretes jurados son requeridos en una amplia variedad de situaciones legales y administrativas. Uno de los contextos más comunes es en los procesos judiciales, donde la participación de personas extranjeras que no hablan español hace necesaria la intervención de un intérprete jurado para garantizar que todas las partes comprendan el desarrollo del proceso. De igual manera, se necesitan en procedimientos notariales, como en la firma de escrituras o poderes, cuando alguno de los firmantes no entiende el idioma.
Otro caso frecuente es el de los matrimonios civiles, en los cuales una de las partes es extranjera. En estas circunstancias, la presencia de un intérprete jurado asegura que ambas partes comprenden los términos del matrimonio, dándole validez legal al acto. También se requieren intérpretes jurados en procesos de adopción, declaraciones ante la policía, y otros trámites oficiales en los que sea imprescindible la comprensión exacta de los participantes.